Higiene del sueño
- EntreNeuronas
- 9 abr 2020
- 1 Min. de lectura

Gran parte de las dificultades para irse a dormir persisten a lo largo de los años, perjudicando al rendimiento de los niños, pero también desesperando a los padres.
Muchas de esas dificultades pueden estar directamente relacionadas con problemas emocionales y conductuales.
Ir a la cama y dormirse sin la presencia del adulto, de forma autónoma, es un gran paso en el desarrollo. Es un proceso que se debe realizar de forma gradual, en la que la figura protectora del adulto debe desaparecer, a partir de introducir pequeños cambios:
😴 Una vez se ha dormido contigo, llevar en brazos hasta la cama.
😴 Aun despierto, ir juntos a la cama y acompañarlo hasta que se duerma, junto a él.
😴 Poco a poco, aumentar la distancia, sentándote más lejos de la cama.
😴 Salir de la habitación antes de que se haya dormido.
😴 Poco a poco, ir abandonando la habitación antes.
Tener unos hábitos y rutinas para irse a dormir es importante, pero también que los niños sean partícipes de esto dándoles responsabilidades.
Las reglas para irse a la cama deben formularse de forma clara y siendo parte de un proceso de negociación en el que ambas partes participen.
Tener una higiene del sueño es el primer paso. Si los problemas persisten en tiempo, considerar tratar este tema con el pediatra o especialistas.
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